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Historia


Las primeras manifestaciones de asentamientos humanos se encuentran en Las Amoladeras, hace aproximadamente 4.200 años. La actualmente "zona protegida", se encuentra a la entrada de La Manga, donde se hallaron restos eneolíticos de cabañas circulares y otros elementos que peden verse en el Museo Arqueológico Municipal de Cartagena.

Podría tratarse de un poblado fortificado con viviendas circulares de zócalo de piedra en la costa de levante. Un segundo asentamiento gemelo se encontraría en Calblanque en la costa de poniente.

Durante siglos, el área conocida como Rincón de San Ginés, donde hoy se encuentran entre otras poblaciones, Islas Menores, Playa Honda, Mar de Cristal y Los Belones, fue de interés para romanos y cartagineses por sus minas y por la industria pesquera, siendo destacable la confección del "garum", preparado por los romanos, a partir de pescado como condimento y como salsa para mejorar sus comidas.

La actual morfología de La Manga, como barra arenosa que cierra la laguna litoral Mar Menor, data del siglo XVII. Las corrientes marinas transportaban arenas, que fueron depositadas sobre formaciones volcánicas, dando origen a la actual Manga del Mar Menor.

Como consecuencia del proceso descrito actualmente La Manga es una franja de arena que cierra la laguna litoral, con una longitud aproximada de 22 km. y una anchura variable entre 1200 y 100 m. Cinco Golas o pasos comunican el Mar Menor con el Mar Mediterráneo: Marchamalo, El Estacio, El Charco en Veneciola y La Torre y El Ventorrillo en el Paraje de La Encañizada.

La Manga se convierte en punto de llegada de piratas berberiscos, para proveerse de agua dulce, en sus incursiones a las costas murcianas. Coincidiendo y tal vez como consecuencia de la expulsión de moriscos de España. Para defenderse de tales ataques se construyen en la época de Carlos V y Felipe II torres vigía. No encontramos hoy en día ninguna torre de aquellas, pero los faros de El Estacio y Cabo de Palos se elevaron sobre el punto en que se encontraban sendas construcciones para vigilancia.

Los árabes nos dejaron las Encañizadas, que aun se conservan en algunos puntos de La Manga, como forma de pesca, basada en laberintos o pasillos de redes por donde entran los peces y tienen difícil salida, "artilugios dignos de ver". La actual Gola de Marchamalo fue en sus inicios La Encañizada de Calnegre, cuya explotación estuvo cedida por Autorización Real de 11 de noviembre de 1762 al Hospital de Caridad de Cartagena, con objeto de mejorar su entonces difícil situación económica.

El Estado es propietario de La Manga hasta el año 1863, que en un proceso de desamortización la vende en subasta pública y es adquirida por particulares ubicados en nuestra actual Región de Murcia.

En 1865 se construye el Faro de Cabo de Palos, obra de Leonardo de Tejada, con una altura de 50 m., desde una cota de 31 m. sobre el nivel del mar. Se trata del edificio más emblemático de nuestro ámbito territorial, que albergó escuela y fareros y cuyo entorno puede ser visitado.

Aunque el faro original del Estacio data de 1862, (al igual que el de Islas Hormigas), el actual es de 1971 y obra de Moreno Farinos.

La costa de La Manga y Cabo de Palos es un lugar idóneo para el submarinismo, por sus praderas de poseidonia oceánica, por su relieve y por los efectos de la existencia de bajos submarinos.

Los bajos submarinos han sido causa de numerosos naufragios desde la época fenicia hasta el siglo pasado. El más significativo ocurrió en 1906 cuando naufragó "El Sirio" frente a la costa de Cabo de Palos. Los restos aparecidos han contribuido a aumentar el interés para submarinistas. El más antiguo que conocemos corresponde a un barco fenicio aproximadamente del año 620 a.C., cuyos restos y otros pueden verse en el Museo Nacional de Arqueología Subacuatica de Cartagena, ARQUA.

La antigua dársena de Cabo de Palos, se reformó en 1959 bajo proyecto de José Ramón Moreno Farinos, como puerto pesquero y deportivo. Guardando un encanto especial debido a su actividad pesquera, frecuentemente visitada por turistas.

La Manga toma importancia turística a principios de los años 60 del siglo XX, cuando el entonces Ministerio de Educación y Turismo apoya un innovador plan urbanístico, que aunque no se completó totalmente y posteriormente se realizó un desarrollo no previsto por aquel, puede considerarse el inicio de la urbanización y de la actual fisonomía de esta población como "ciudad en el mar".

El primer edifico de viviendas, "La Torre Negra" data de 1961, siendo su autor Antonio Bonet Castellana, que dejó en esa década edificios, que aun hoy conservan su interés para amantes de la arquitectura, la torre de planta hexagonal, forma parte de un conjunto donde el hexágono está presente en cada construcción.

Los primeros hoteles fueron Galúa en 1965 del arquitecto Ramón Vázquez Molezún y Entremares en 1969 proyectado por Pedro Pan Da Torre y Joaquín Sebares Acebal. Ambos constituyen el germen de la principal actividad económica de la zona y aportan elementos arquitectónicos que dan personalidad a su entorno.

Fernando Erviti proyectó en 1973 el Puerto Tomás Maestre, constituyendo el más importante del Mar Menor, al situarse cercano al Canal del Estacio que permite su comunicación con el Mar Mediterráneo. Se ha configurado además como núcleo comercial y de vivienda estable durante todo el año, alzándose como punto de atracción deportiva, comercial y de ocio.

En 1978 proyectado por Antonio Bonet Castellana, se realiza para cruzar la gola del Charco el Puente de la Risa de estética "veneciana", como parte de un proyecto de urbanización no terminado, de una zona ubicada dentro de una red de canales si existentes y denominados Veneciola, al norte de la Manga.

En 1999 los Ayuntamientos de Cartagena y San Javier junto a la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia deciden constituir el Consorcio Administrativo La Manga Consorcio como elemento para articular la cooperación económica, técnica y administrativa en el territorio formado por las poblaciones Los Belones, Las Barracas, Cabo de Palos, Cala Reona, Cobaticas, Islas Menores, Mar de Cristal, Playa Honda y La Manga del Menor. Este hecho constituye un referente en la gestión del territorio y en la percepción de servicios por lo ciudadanos.

El puente basculante del Estacio, de Javier Monterota Armisen, sustituye en el año 2004 a la antigua pasarela rotatoria y se configura en símbolo del Norte de La Manga.


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